jueves, 5 de mayo de 2011

Irrealidades mezcladas con tinta china barata.

Por todas aquellas veces que acusamos el golpe aunque estemos tan cansados que solo queramos llorar. Por cada vez que sonreímos, y casi es necesario una polea para levantar las comisuras de los labios. Labios, que palabra más bonita. Por el mundo que esconde cada uno en su interior, que nadie puede decir que me conoce porque no lo hago ni yo misma. Por eso de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Por todas esas veces que he escuchado: que bien quedarían tus pantalones en el suelo de mi cuarto. Por cada día en el que miles de personas cuentan los minutos en la sala de espera de un aeropuerto. Por cada cosa que descubres. Porque hoy ya puedo decir que puedo ir a dormirme tranquila. Porque cada vez que toco las teclas, o su piel, me invade la calma. Por el amor, y por todos que no lo entienden. Por el placer de un vaso de leche con galletas sin que haya un motivo para ello. Por la calma y el renacer que me dio escuchar lo que más quise oír durante un año y comprobar que me resbalaba. Por todos los que se levantan día tras día y siguen buscando el significado de la palabra amar. Por todas las personas que cada 24 tengan algo por lo que sonreír al despertar. Por todos los que me dan un impulso, y sobre todo, los que me ponen la zancadilla. Por aquellos que en medio de los exámenes más importantes de su vida, pasan por los pasillos riendo y haciéndome reír. Porque siempre se puede volver a confiar. Porque ya tú sabes, llámame y estaré. Por los que están hoy, por los que no estarán mañana. Por la persona que estará siempre. Yo más.
Porque hoy, me siento más feliz que nunca.

1 comentario:

malena dijo...

me me gusta tu estilo