viernes, 26 de agosto de 2011

Conato de incendio.

Son tantas las historias que dejé sin escribir, las litronas a medias sin gas recogidas tres días despues y sin ganas, los pitis rotos o mal liados, amigos enterrados y estrellas fugaces...
Son tantos los besos que no di y los que no me supieron a nada, las noches que desperté preguntando ¿cómo te llamas? desnuda después de los buenos días, los chupitos taladrándome el corazón y las dudas...
tantos los años que le esperé, las noches que le lloré aun sin conocer sus lunares ni sus inseguridades...
le follé tantas veces en otros cuerpos, le soñé tan despierta, le ame en tantas estaciones...
tan poca la inspiración y la falta de musas, insuficientes noches arreglando el mundo con jazz de fondo, los semáforos en los que no me besaron a falta de su fuego, su piti, su sonrisa...
tantos los textos gritándole que le amaba, tantos raíles, tantos trenes...
tantas borracheras que acabaron en lágrimas, tantos conciertos planeando hacernos al rastas del fondo, tanta falta que me hacía entregarme a los brazos de los que ahora son cualquiera a pesar de su nombre...
tantas veces co - razones de escandar tan sinsentido, tantas rubias, tantos kilos, tantos vasos de leche con galletas, que solo Marian lo entiende...
tantos besos de cubata, tantos amantes y tantas crestas y con tanto rapado que perdi la cuenta, y tantas veces vomité en esa plaza donde crecimos como decía Hàsel, que ahora se me hace un mundo, otras vidas, ajenas como el conflicto Israel Palestina cuando cierras la puerta con pestillo, cuando me imagino cuantas noches pucelanas nos veran acostarnos abrazados, cuantas veces me cagaré en todo cuando me llamas bonita dormido, cuando eché de menos esos tres sofás que me han visto llorar menos veces que reír, cuantos "no te preocupes" habrá soltado Sanfru, tiene gracia, incluso toreros toreando vendabales como decía la Pury, que tiene huevos, Pury, que ahora estás siete veces más enamorada que yo y por mi culpa.
tan perfecto que parece un sueño, algo que no había sido planeado para mi y que robé a cualquier otra que ahora muere entre amnesia y lunas llenas. tanta prosa que no vale ni mierda, y tantas ganas...
tanto control, tal alto el "solo tuya", que he de reconocer, que hasta me asusta, lo que pueda suponer una eternidad contigo, entregarte mi corazón y mis letras, así, mal combinadas, entregarte todo lo que no di a otros porque no fui capaz, porque sus ojos jamás me susurraron lo que suponía para mi un "para siempre"...


- se llevó su perfume barato, su par de zapatos, y puso el letrero "Rebajas de Enero" en mi corazón... (Otro Final).


http://www.youtube.com/watch?v=PSP4iOnjkWE

lunes, 22 de agosto de 2011

Para cuando estés lejos.


Yo no llevaba tacones baratos el día que nos conocimos, ni siquiera sentimos nada en un cruce de miradas, y el día que supe que estabas con otra fue simplemente sorpresa. Vivimos juntos durante años sin saberlo, con pequeños stops and come back, así como saltos, entre relaciones defectuosas y otras simplementes amargas. Tú acababas de raparte y tenías ojeras y los ojos tristes, y yo simplemente miraba pasar las horas en clase intentando desconectar el corazón. Tu vida y la mía, o lo que fueron en su tiempo, se habían cruzado y habían creado un nuevo come back, pero de esos que duelen, lamiéndonos las heridas sin saber que pronto nos lameríamos el cuerpo. Una tarde cualquiera tú te quedaste por mí, mientras ellos no sabían el significado de la palabra por vosotros. Hay mil instantáneas en las que la gente jura que yo te miraba diferente, o que se te veía enamorado. En realidad, sabemos que era solo lascivia y demasiados puntos de confianza, y que ahora nos miramos igual, solo que nos destrozamos a mordiscos cada noche. No sé cuántos lunares tiene tu cuerpo, pero conozco el tacto de cada parte de ti y podría quedarme sin huellas a base de tenerte cerca. Tus labios son la octava maravilla, pero no sé si me enamoraron ellos o tus ojos. Tengo ganas de hacerte mil fotografías por segundo para revivir los días cuando no estés conmigo. Porque me lo han hecho difícil, pero el primer día que me tuviste entre tus brazos yo supe que no quería otra cosa en toda mi vida.

martes, 16 de agosto de 2011

Cena para dos, por favor.

Me gustan los calendarios porque contienen su nombre y le traen de vuelta, las noches de insomnio y 60 kms que más que separarnos nos unen. acaricio la soledad cuando me voy a la cama y hay dos cojines porque no me ha dejado ver la última pelicula que nos descargamos, y me cago y me vuelvo a cagar en el que maneja los dados cuando las alboradas me parten por la mitad y no está él para darme uno de esos besos largos que saben al último cubata que se ha tomado, para decirme que vamos a dormir, apagar la luz, y empezar a meterme mano, para llamarme bonita entre sueños sabiendo que yo permanezco en estado de vigilia, porque dormido está aún más guapo. nos comemos a besos en las estaciones y eso es lo mejor del mundo, y cuando me tumbo en la hierba imagino cuántas nos veran despedirnos, calculo al milímetro las palabras de aliento para diez días más o los que vengan porque estará el doblando esquinas, le cuento que hubo un día muy lejano en el que creí encontrarle en el cuerpo de otro, y le pido perdón una y mil veces sobre el suyo cada vez que el equilibrio de los planetas nos deja. se reflejan mis sueños en sus pupilas, y ahora sé por fin que son de color verde. se proyectan mis deseos en el techo, y simulo el peso de su cuerpo con el edredón, volviéndole a conocer en cada nueva guerra de caricias. vivo de este amor con escenas de porno duro, florece mi prosa cuando le veo bajar sonriente del coche, y juro que muero un poco más cada vez que se marcha.

People.

Puedo escribirte versos por encargo, a dos céntimos la línea de imprenta. Puedo volcar mi desazón en corrientes de tinta que lleguen hasta su cama, puedo escribirte de amor y desamor, de sentirte sola en un mundo que no te entiende, de qué supone conocer las dos caras de la moneda. Puedo hablarte de salas de espera, de tumbas, de lo mal que suenan las lágrimas al suicidarse. Puedo hablarte de sueños, de promesas, de anillos, de ganas de hacer a alguien la persona más feliz de la tierra. Puedo hablarte de risas, de viernes, de clases y de carboncillos que chascan cuando los pisas sin querer queriendo. Puedo hablarte de arte, de nervios, de escenarios, de focos, de cartas, de magia. Puedo hablarte, sobre todo, de Descartes, de Hume, de Kant, de Platón y de Ortega, de la vida hecha teorías, de certezas escritas en libros que nadie recuerda.
Puedo hablarte de un universo dentro de una sola persona. Y en este mundo hay millones.

Bilbao.

Tiemblan los suspiros congelados al llegar a mis oídos, por el maldito frío que azota mis piernas, que tiemblan a su vez cuando tu mano sustituye al vacío si llevo esa falda vaquera y te tengo ganas. Tengo tu sabor grabado en mi carne, con cada destello de alegría de tus ojos cuando avistaban los míos doblar la esquina de un pasillo, con más libros que horas de sueño, con más pensamientos que letras entre mis apuntes. Entonces solías contarme tus sueños, como siempre con el fantasma del último de ellos todavía en la mirada. No sé si es contable cuanto te echaré de menos, o habrá de medirse en las veces que mi mano marque tu número sin recordar que ya no estás en esta ciudad, la que se aprendió la huella de cada pisada en un recorrer caótico desde tu casa a la mía, o desde la ducha al colchón. Escribiría las palabras más bonitas del mundo cada noche que puedo mirarte a los ojos mientras el sueño te vence, después de que me cuentes la octava historia de miedo de la noche, sin asumir aún que nada me asusta si estoy contigo. Sólo intuyo algo llamado soledad, necesidad,..

lunes, 15 de agosto de 2011

18

Tiene una fuerza que me hace levantarme todos los días con una sonrisa, por muy puta que se ponga la vida se que puedo seguir si le tengo al lado, esperaría Cien años de soledad (que ha sido lo que ha durado todo el tiempo que le he estado buscando) por una de sus miradas, y sólo me sale pensar que este es el principio de algo increíble, algo genial y perfecto, porque Él está en ello...
Tú y yo contra el mundo.

Dieciocho.

Llegaste tranquilo, riéndote entre las baldosas de mis sueños, buscando mapas del tesoro entre los besos que no di a otros por miedo. Te paseaste triunfante, agitando las sábanas de mi cama para indicar que había acabado la guerra. Me desnudaste con las manos, con la boca, con los ojos, en patios, aceras, túneles, habitaciones alquiladas, parques, hospitales y bancos. Me prometiste un mientras que podríamos hacer durar eternamente, caladas para los problemas y sonrisas para los días grises. Redujimos a las penas, amenazamos a beso o muerte a cada callejón, doblamos la esquina de esa ciudad donde me esperaste aquel viernes. 
He jurado que voy a contar cuantos besos te caben en el cuerpo. He jurado que voy a quererte hasta que digas basta, y lo mejor, es que sé que puedo hacerlo...


"Estoy partiendo la madrugada en dos y no sé con qué parte quedarme. "  (Pablo Hasél) 

viernes, 12 de agosto de 2011

Mi imperdible.

cuando se va, mis diéresis y mis acentos, ya obsoletos quizá por contener otros nombres, se declaran en cuarentena por eso de parecer cuarenta vidas estos 18 años follándole en cuerpos de otros. nada tienen que hacer mis palabras contra sus caderas cuando no dejamos ni que corra el aire, cosidos a los muelles de este colchón, que, reconozco, le echan de menos. no encuentro la perfecta combinación de estas letras para describirle.
sus pestañas son como droga, aunque nosotros, antes de acostarnos, fumemos de la del color de sus ojos porque así nos reímos más y mejor. y aunque he abrazado a muchos otros y me atrevo a decir que hasta les he querido, el chasquido de su lengua cuando baja por mi ombligo es tan nítido que ahora me parecen otras vidas.
nunca contaré la historia al 100% porque estamos tan matemáticamente sincronizados que hasta me asusta.
y pese a quien pese, él es el único que me ha visto desnuda, y eso que nunca he follado con ropa.

jueves, 4 de agosto de 2011

Dicen que al primer amor se le quiere mucho. El mío fue como una utopía: follábamos donde pillábamos, nos reventábamos de las ganas que nos teníamos, y nos era tan fácil discutir como abrazarnos. Dicen que la primera derrota es la más dura: desechar todos los planes, asumir que no será él quien te traiga flores a la vuelta del trabajo, matar golondrinas, acostumbrarte a que las paredes de la habitación se te echen encima por haber visto despertares más felices, llorar con Neruda...
Después te dicen que al segundo se le quiere mejor: sigues follando donde pillas, le abrazas pero no discutes. Nunca te hablan de los no correspondidos: que te cierre la boca de todas las formas que sepa, follar con otros pensando en él, derretirte por dentro cuando te habla de otras.
Te meten por los ojos su plan perfecto, la supervivencia en compañía, lo maquinan todo a la perfección: hipoteca, coche, trabajo, hijos. Pero hay algo que nunca dicen, que se aprende a base de hostias y palos, a base de cicatrices, de días con nombres y apellidos: que es mejor no buscar príncipes azules, porque puedes terminar besando ranas.