viernes, 12 de agosto de 2011

Mi imperdible.

cuando se va, mis diéresis y mis acentos, ya obsoletos quizá por contener otros nombres, se declaran en cuarentena por eso de parecer cuarenta vidas estos 18 años follándole en cuerpos de otros. nada tienen que hacer mis palabras contra sus caderas cuando no dejamos ni que corra el aire, cosidos a los muelles de este colchón, que, reconozco, le echan de menos. no encuentro la perfecta combinación de estas letras para describirle.
sus pestañas son como droga, aunque nosotros, antes de acostarnos, fumemos de la del color de sus ojos porque así nos reímos más y mejor. y aunque he abrazado a muchos otros y me atrevo a decir que hasta les he querido, el chasquido de su lengua cuando baja por mi ombligo es tan nítido que ahora me parecen otras vidas.
nunca contaré la historia al 100% porque estamos tan matemáticamente sincronizados que hasta me asusta.
y pese a quien pese, él es el único que me ha visto desnuda, y eso que nunca he follado con ropa.

2 comentarios:

Paul Scourgen dijo...

reconozco que me has dejado con la boca abierta de nuevo...
es que escribes tan jodidamente genial...
un saludo!!

Anónimo dijo...

él es el único que me ha visto desnuda, y eso que nunca he follado con ropa.
Esta frase es genial,es como la que yo suelo decír a mis amigas,'
"le púde violar la mente,desnudarle los sentídos,acariciar su corazón,follarle sin parar los sueños,pero lo mejor era tener orgasmos adigtívos,solo imaginandome estar consiguiéndo eso contígo"