viernes, 27 de mayo de 2011

A cualquier otra parte:)

Es increíble. Nadie podría tan si quiera sospechar el segundo exacto y sistematizarlo en una progresión de palabras, confesiones y abrazos. Pero pasa. Y cuando llega, todo tu mundo se convierte en esta cama, estos dos chupitos, y unos ojos tan sinceros como ebrios de amiga que te chillan que te entienden, que esa historia le suena casi tanto como la canción, que hace tan solo dos días, descubristeis que era vuestra y que ahora cantáis en el casco viejo cuando dan las doce y Cenicienta se queda sin un príncipe que la lleve en brazos a casa porque le duelen los pies de andar con tacones. Lo lógico ante este paradigma atemporal de sexo, rock and roll y actitud sería decir que es pasajero, que "un polvo es un polvo", o "que tomas pastillas rosas y sueñas con no soñar". Pero qué cojones. Aquí ya no hay lágrimas que beber, ni piernas que tiemblan ante una vorágine de abrazos y besos. Aquí, realmente (y voy a ser sincera por esta vez) lo único que pasa es que mis textos son una puta mierda, porque no hay nada que pueda llegar a la altura de perfecto, desde el día en el que vi su cuerpo.

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