lunes, 23 de agosto de 2010

.




Como esas pequeñas cosas que están ahí para nosotros, recordándonos que el pasado no suena tan así, tan triste, y que en un corazón es relativo siempre que tenga quien lo haga latir.
Basta un sólo gesto que descubre un millón de pequeñas escenas que nos recuerdan cómo eramos o cómo solíamos pensar eso de "mírale, y si puedes, no te pierdas en sus ojos". Todo ha cambiado tanto que parecen dos vidas diferentes, como un cameo en forma de novela corta, relatos de ciencia ficción que sólo a veces tienden a terminar bien.
Todo parece así, tan lleno de letras que me empiezan a hacer creer que es verdad, que no te has ido.
Que tiendes a delatarte entre pequeños gestos que, como tú sabes bien, me llenan.

No hay comentarios: