domingo, 18 de julio de 2010

Cuentan, que la vida..

Tan solo unas horas y ya te echo de menos. Y esto de añorarle como nunca creíste de verdad que pudieses hacerlo, y en el exterior mostrar una máscara de sonrisas de payaso que solo consiguen engañar a la piedra a la que saludan mis silencios cada día cuando te vas. Y tratar de plasmar todo en letras que tarde o temprano morirán, o poner fecha de caducidad a algo incluso antes de que nazca, dejar que el miedo te paralice. Conservar el recuerdo mientras esa persona que reza: "Reciclaje de tus sueños" espera tras la esquina, tan dolorosamente real que tu pánico querrá que te des la vuelta y huir, resguardarte en esas cuatro paredes que te hacen sentir aún esa niña que a ratos sigues queriendo ser. Deseando sentir tu sonrisa acariciando mi pelo, y ese no saber qué será de nosotros en la próxima manzana, pero.. ¡qué coño! Tampoco nos importa.

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