lunes, 8 de noviembre de 2010

Coger el siguiente tren, volver a la salida.

Que me da miedo soltar tu mano y ni si quiera la he cogido. Que no puede haber un mundo más bonito que el que se refleja en tus pupilas, una goma de borrar más efectiva que tu brazo en mi espalda. Que eres la puta causa de unas veintisiete mariposas en mi estómago, el que ha deshecho el nudo de mi garganta, el que ha desterrado toda la ansiedad entre las cuerdas de una guitarra que me devuelve a la salida, al volver a empezar, a querer luchar con una seguridad que hasta me asusta. Que me pierdo en cada cruce de miradas y pinto mi corazón con el rojo de tus mejillas. Que ya no me ahogo en este jodido humo, ni en la última lágrima, ni si quiera en ese "abrazos tan sentidos, aunque lejos de ese tiempo tan perdido". Porque los siento, los siento como si fueran los primeros.
Y con ganas de que si tú quieres... sean los últimos.

Ver la vida sin reloj, y contarte mis secretos, no saber ya si besarte o esperar que salga solo.
Vivir así, yo quiero vivir así. Ni si quiera sé si sientes tú lo mismo.

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