sábado, 13 de noviembre de 2010

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Vuelvo a caer en la rutina de apretar dientes, en este tira y afloja de manos vacías y hambrientas. Vuelvo a perderme en este callejón, en esta jodida terapia, en los fantasmas del fondo de este vaso disfrazado de felicidad pasajera y cubos de hielo. Vuelvo a dormir entre recuerdos que juegan a rodar por mi almohada, a deshojar primaveras, a rechinar entre las cuerdas de una guitarra que me sabe a ausencia, entre sonidos que me arañan los tímpanos del alma. Vuelvo a dormir entre muelles oxidados de no chillar, en un colchón vacío que no me quiere ver alegre, apoyado en una ventana que juega a colar el sol por mi persiana para hacerme pensar que te bañas en mis sábanas. Vuelve a ser el frío y no tu dedo el que eriza mi piel. Vuelvo a sentir la niebla en mis huesos. Vuelvo a estar sola.

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