lunes, 6 de septiembre de 2010

Salamandra.

Qué te voy a contar, si no hace falta ni juntar dos letras para que sepas que sí, que estoy aquí sentada, intentando que mis miedos se consuman casi tan rápido como este cigarro, y mira que lo siento. Ya se que me imaginas dejando que el humo salga de mis pulmones, escondiéndome en esa masa anónima de nicotina que de vez en cuando me consume. Si basta una mirada, un imperdible, o quién sabe, una púa, para que sepas de sobra qué me muerde la conciencia, qué me acuchilla el corazón, con qué recuerdos he borrado las heridas esta vez, o que he tachado este párrafo cuatro veces pero, joder, sigue sin sonarme bonito.
Conozco tus pupilas cuando piden a gritos que le eche huevos, nada es más cálido que tu mano cuando me hace desandar los pasos que me llevan al ultimo precipicio donde de vez en cuando, me da por pintar corazones.
Que "se la cara que pones cuando te dejas ser completamente" Nosotras, así, con mayúscula y todo. Y la sonrisa que sigue a "venga va, pásame el boli y el cuaderno, que yo lo sigo".
Y no te ha hecho falta ni si quiera cerrar los ojos para conocer el gesto que ha seguido al último abrazo, para sentir esta habitación llena de humo, para escuchar el resquebrajar de la última calada que sí, que la he apagado con agua, y qué quieres que le haga, si Deltoya está sonando y no veas como retumba, casi al son de un par de latidos que, típico, pero cierto, buscan los tuyos.
Que jodía. Cómo me compras. Pero qué te voy a decir, si sabes de sobra que todo esto se reduce a un: c´est la vie.
Y que voy a terminar con un: ¿quieres verla conmigo?
Te quiero.

1 comentario:

Salamandra dijo...

La verdad es que te imagino hecha un ovillo en tu cama, o quizá despatarrada mirando al techo y rodeada de ese humo que, no falla, busca tus pulmones como un falso relajante que de vez en cuando besa tus labios con más cariño en su mortalidad que esa persona que es ÉL, con mayúsculas. Y ya sabes lo que digo! No digas eso de último abrazo. Solo es uno más dentro de la serie, de esa que se alarga cada día, cada mes, cada minuto. Y esa sonrisa tuya como diciendo: "cómo te las gastas, jodía!" sin saber si quiera como llegamos aquí, tan desamparada sin tu mano como las noches de nieve. Deltoya. Allí me tendrás, ya tú sabes ;)
No me buscan. Simplemente, laten juntos.
Más ;)