sábado, 22 de mayo de 2010

Tú, jodidamente tú.

Respiro cada resquicio de tu olor por toda la ciudad. Suspiro detrás de cada resto de mis recuerdos atraídos, como moscas a la miel, por el calor. Cada paso es perezoso, lento. Cada contacto que recuerdo, electrizante. Vibrante. Giro la cabeza. Casi te veo venir, terminando de peinarte y tan tú como siempre. Que el aire está lleno de cuando tú estabas. De cada beso, cada palabra. Cada promesa, cada frase, cada mentira. Durante unos minutos, preciosos, observo el infinito. Te veo allí. Te acercas, me miras, sonríes. Sé que te irás. Lo sé. Que no eres más que un puto recuerdo, y todo esto un puto delirio provocado por el primer día del año en shorts. En TUS shorts. Tan tuyos que siguen teniendo tu anilla. Que una sola mirada de tus ojos echa por tierra todo pensamiento. QUE TE ODIO.
Y es que casi un año más tarde, sigo echándote jodidamente de menos.

No hay comentarios: