domingo, 16 de mayo de 2010

Ponle tú mismo un nombre.

¿Sabes? Hay momentos en los que querría devolverte todas y cada una de las putas puñaladas que me has dado.. y lo que es peor, que me darás. Hay momentos en los que saboreo la sola idea de saber que puedo devolvértelas, hundirte, hacer que lamentes cada puta palabra que ha salido de tus labios, saber que puedo sonreír mientras te veo pasar, jodido y odiándome.
¿Y sabes qué es todavía peor? Que me das pena. Que por muchas veces que me llames zorra, puta, guarra, falsa, hipócrita,.. me das pena. Me da pena verte cegado, me da pena saber que odio a uno de tus tú. Me da pena pensar en ti y hacer una partición de tu personalidad, hacer un A y un B. Me dais pena, los tres. Me da pena que seas tan gilipollas como para dejarte manipular, que digas que juego contigo.. y que seas capaz de darle la puta razón a la persona por la cual ahora soy así. Me da pena que nos hayas visto llorar por sus putas culpas y que aún así les creas. Me da pena que seas tan miserable como para llamarme hipócrita y luego no ser capaz de decirme las cosas a la cara, y te limitas a sonreírme e incluso acariciarme. Que cada sonrisa que ahora recuerdo me da de ostias en el corazón, y que cada momento junto a ti merece una goma de borrar. Me gustaría haberte conocido así antes.
Hace mucho que no sentía el desprecio en mis venas. Te has igualado a aquel al que tantísimas noches has llamado hijo de puta.

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