jueves, 2 de junio de 2011

Pret-a-porter.

Cuando unos labios saben exactamente en qué posición colocarse, sea a izquierdas o a derechas, en un beso con otros de su especie que nunca antes habían probado, es mágico. Cuando un beso lleva un ritmo lento, la nariz se acopla en la mejilla, o bajo la otra nariz, y hasta llega a acariciarlas, es sobrenatural. Cuando después de un beso tu frente se apoya en la mía, y es como si me traspasaras el alma, es demasiado.
Cuando te veo enfrente de mi casa a las 8:16 de la mañana un jueves, con esos ojos de sueño y de perro apaleado, solo quiero vivir bajo tus sábanas por siempre.

1 comentario:

Andrea SDB dijo...

QUE BONITO!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me ha llegado! Un saludo ;)