domingo, 6 de marzo de 2011

¿Quién?


Quién, es sólo la forma personal del "que". Y sinceramente, me da igual.
La vida es demasiado corta como para desperdiciarla esperando a algo o alguien.
Cada segundo es un regalo, y no hay mejor momento que este para ser feliz.
Sentirse a gusto con uno mismo es tan imprescindible como comer. Por eso, para que te acepten los demás, primero debes hacerlo tú.
Somos personas, con fallos y defectos, más altos o mas bajitos, gordos, delgados, pelo largo o pelo corto, ojos azules, negros, verdes o marrones... ¿Qué más da? La clave del asunto está al principio de la frase... PERSONAS. Y aquí solo hay dos cosas claras: que nadie te va a quitar lo que has bailado ya, y que aquel que se encierra en su yo del pasado desperdicia la miel del presente. Así que sal ahí fuera, pierde los recuerdos que te encierren en ti mismo en la próxima borrachera e inventate el futuro cuando despiertes con resaca.
Ama, ríe, entrégate en cuerpo y alma, cáete y llora, deja que una mano amiga te levante.
Respira, lucha por la pasión más desatinada.
Aunque parezca mentira, este mundo sigue siendo hermoso.
"- Muere lentamente quién no se permite, por una vez en la vida..."
"- Huir de los consejos sensatos."

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