sábado, 30 de abril de 2011

Today.

Un punzante dolor. Si, eso es lo que aprieta mi pulmón izquierdo a la altura del ventrículo cuando miro el calendario y me doy cuenta de que llegó la puta fecha. Es la primera vez que un día así pasa sin que el móvil se líe a sonar a las 00:00, sin que al día siguiente le sumemos besos y abrazos a los te quieros, sin que nos comamos juntos ese enorme regaliz que tanto me gusta, o sin que aparezcamos por el portal donde un día escribimos nuestros sueños sólo para reírnos un ratito del mundo porque nos teníamos.
No sé si te olvidaste de cada recuerdo prefabricado que coleccioné para ti en mi estantería. Ni si quiera sé si empezaste a querer a otra o si has dejado de hacerlo conmigo. No sé a dónde me llevan mis pies ni si volveré a echarte de menos. La única certeza es aquella que se escurre entre las cosas que no nos contaron, en todas las diéresis que ya no le ponía a mis textos porque no me recordaban a tus caderas, en todas las veces que no fueron mis manos sino otras las que te desnudaron. Que te voy a contar que no sepas, que te di mis mejores años entre estas cuatro paredes a base de mordiscos, que me diste tus mejores recuerdos y tus nuevas experiencias, que te soñé tantas veces que creo que nací para quererte. Antojos del destino o todo lo que hicimos mal reunido en una lavadora que parece que ya no arranca. Jamás te contaré todo lo que te quise.
Jamás te contaré que tiemblo de vértigo cada vez que pienso en futuro, yo que me las doy de bohemia e independiente, que tantas veces repito eso de "todo tranqui, pilla biras y me lo cuentas".
Voy a dejar de fumar porque este humo me sabe a ausencia. Porque doy una calada y me acuerdo de aquellos días y las tipicas promesas de "dejo los pitis" hasta que llegaba el cigarrillo de después entre tus abrazos.
Voy a romper todo lo que me recuerde a lo que antes significaba un Nosotros, para construir uno nuevo no sé si contigo o con otro, pero prometo que lleno de litronas, porros y sonrisas.
Dejo las teclas para levantarme a por un poco de papel que seque estas lagrimas, veo un dibujo, sus ojos, un par de frases de canciones colgadas por las paredes y fotos de un pasado que no sé si ya es lejano o si promete un nuevo futuro. Es curioso. He empapelado las paredes de recuerdos de no hace más de dos meses que antes me arrancaban sonrisas, cuando estaba subida a un barco con cinco compañeros que me prometían que esta vez tocaba comerse el mundo.
Recordar es fácil para quien tiene memoria, olvidar difícil para quien tiene corazón, pero en todo esto sólo hay una cosa clara: me ha costado mucho llegar hasta aquí, y no pienso rendirme ahora.
Un tiempo muerto, por favor.
Tic, tac, tic, tac...

jueves, 28 de abril de 2011

Corazones molotov,

El piti de antes de dormir, putas en las esquinas, el polvo de después, la litro del suelo, una calada, las fotos de las paredes, los recuerdos de la almohada, el cielo de una ciudad distinta, una calada, los semaforos en rojo, tus besos, post its que prometen que volverá, la nota de la nevera, no te espero despierta, una calada, dormir contigo (¿Te acuerdas?), el primer chupito, el último amor, la próxima rasta, una calada, la hierba de la facultad, tengo una corchera fabricada con pasado, su sudadera de rayas, ¿rayas?; speed, el humo, una calada, ni he abierto lo apuntes, colocar las camas, su foto, chinchetas, clockwork orange, una calada, patrimonio artístico, tengo sueño, pinzas, la cámara, coño, qué mamón, no he salido, una calada, pasos en el pasillo, "seré todo tuyo (decía el jodío)", el flexo, os echo de menos, llueve en Segovia, boca cerrada así  no entran moscas, una calada, un salero (pa él! soso!),"no habrá quien bien te quiera si te hiciera llorar", futuro, pasate ese mai, iris azul, pupilas negras, apago el piti.

martes, 26 de abril de 2011

Mis golondrinas son del color de tus ojos.

Hemos estado tantas veces al borde del simulacro, que todavía no sé por qué me dejas asomar la nariz a ese precipicio de vez en cuando. He soñado tantas tonterías y tantos disparates y con tantas ganas, que cada vez que me despierto de una hostia contra el suelo me duele más el ventrículo izquierdo, y mis costillas se hacen grandes y no se oxigenan porque no las aplastan tus brazos, y mucho menos tu cuerpo desnudo en mi cama. Son como cuchillos las arrugas que te salen cuando sonríes, y me pongo tan celosa si te veo mirar a otra que podría gritar en el kilómetro cero (Puerta del Sol, Madrid) que me dan igual  todas las variables posibles si la autopista es la de tus piernas, que todo peaje a pagar en besos es poco, que tiemblo de vértigo cuando pienso en el momento y en no estar a la altura.
Llevo tanto tiempo cargando el alma que tengo entre las piernas, y tengo tantas balas con tu nombre, que descuidé lo de afinar la puntería.
Por eso aquí estoy, rodeada de humo, colillas, y mecheros, sola y desnuda, improvisando ante el espejo un guión definitivo que tú nunca conocerás, como todos los textos que te escribí y que acabaron arrugados en la basura.

lunes, 25 de abril de 2011

BlackBerry y vos


Cuando mi BlackBerry negra parpadea entre mis dedos húmedos de la última ducha, y le cae una pequeña gotita de agua en la pantalla procedente de mi pelo, sé que me llamarás. Suelo luchar por no vivir esperando(te) entre las últimas palabras que brotan de las teclas del ordenador, y no de mis dedos. No me termina de gustar ser(tirme) tan poco yo. Pocoyo, así, todo juntito.
Si digo que hoy envidio a mucha gente, es posible que me tomen por egoísta, o por egocéntrica, o quizá solo sonrían como quien dice: ilusa..
Ahora, no hay cosa que me gustara más que.. si no me lo hubiera pensado dos veces habría dicho: estar conél entre sus brazos, en medio de la playa más bonita de Sitges y sin nada en qué pensar.. y puede que hubiera añadido un bote de Pringles (Paprika). Y un bikini de leopardo verde. Y mi pelo mojado, pero nunca rubio. Y el tuyo.. el tuyo revuelto, como si te acabaras de levantar de la cama. De MI cama. Y si no digo todo esto es por las secuelas que dejan las cosas que no nos dijimos, y los malditos franceses, y ese nudo en la garganta que por una vez él no puede calmar.

sábado, 23 de abril de 2011

Mica de formatge, si us plau


Cuando sueño entre los jirones de tu bostezo, me gusta pensar en fotos bonitas de atardeceres, con una chica bonita que tiene un pelo bonito y que está de espaldas, con los brazos al-rededor de sus rodillas, como para no caerse si al mundo le da por volverse loco. He despertado durante semanas a tu lado, sin despertar del todo, para simplemente darte un beso e incorporarme para ser la primera en darse una ducha y dejarte mi impronta en los rincones del espejo. Igual yo no era así como suelo imaginarme (como a todo, idealizando) pero me bastó con girarme esta noche en mi cama y fruncir mis músculos al sentir tu vacío para comprender que solo puede curarme tu sonrisa. Basta de abstracción, ya tengo bastante con mi alma (sí es que sigue conmigo, y aún no ha huido hacia algún destino diferente, como tú), que sí, que yo me formalizo y despierto sin batacazo en la realidad, una que aún me sabe a sal.

martes, 12 de abril de 2011

Primavera, canutos, litros...

Un CD de Sabina en la mesilla, los pantalones rodando por la habitación como si fueran sueños, y una soledad recién estrenada y un no quiero mirar atrás con un "no me dejes" entre dientes.
Las sábanas pegadas, echando de menos quizás a otras y acostumbrándose al cuerpo de los dos, a ser retorcidas de ésta o aquella manera.
Recuerdos que me chillan que no necesito que seas virgen, ni escribir con boli bic, ni perderme en ese callejón que cada noche me veía acostarme con una nueva derrota.
Un puto sol que quema, un gallo que canta, olor a tostadas por el pasillo que me susurra un "no te asustes" ante tu ausencia en la cama, quizá una radio de fondo o mis deseos proyectados en tu ángulo con-beso, el timbre (¿sí?, ¿quién es?, ¿el Futuro?, ¡claro!, ¡pasa!) y verte entrar por la habitación con cara de sueño, entre caricias que me dicen que esta vez no está prohibido venirse abajo, que el pasado nos ha pillado follando, y quiero que sigas hasta que me dejes de querer porque si por mi fuera, me quedaba a vivir para siempre entre tu piel y tus sábanas.