miércoles, 23 de junio de 2010

Que será la última vez.

Sí. Sé de sobra que aún fumas porque crees verle entre el humo que te acuchilla los pulmones. Y recuerdo todo eso de mírale y que es imposible no enamorarse de nuevo. Ambas desconocemos el sabor del último adiós porque ninguna de las dos pudimos creerlo. Y podemos consolarnos escribiendo el alquitrán que rellena nuestro pecho y lo que es aún peor, nuestro corazón. Pero nunca será suficiente. Porque siendo sinceras, jamás encontraremos la frase que lo describa. Aunque "como un polvo sin amor" sea la que más se aproxima.

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